martes, 28 de agosto de 2007

“Leyendo somos iguales”


El programa de red de bibliotecas nace al alero de Infocap en campamentos, respondiendo a la necesidad planteada por los mismos pobladores y sus directivas de abrir espacios de aprendizaje y apoyo pedagógico tanto para sus hijos como para ellos mismos. Dentro de los objetivos transversales de Infocap en campamentos se encuentra el concepto de poder promover procesos de desarrollo personal y comunitario de personas que viven en campamentos de Chile, a través de la educación y programas culturales, con el fin de mejorar su calidad de vida, la de sus familias y comunidad esto a través de la participación, no asistencialismo y el liderazgo de las personas y organizaciones de los campamentos, intentando llegar a los menos habilitados de la comunidad.

La campaña "Leyendo Somos Iguales" se enmarca dentro del mes de la Solidaridad y va en ayuda de las bibliotecas creadas en los campamentos intervenidos por UTPCH, en el caso de nuestra región, de la biblioteca "Nueva Esperanza" del campamento de Penco, Nueva Ilusión; y en pro de la implementación de nuevas Bibliotecas en nuestra región. La Biblioteca "Nueva Esperanza" de Penco funciona hace tres años en el campamento Nueva Ilusión y además se extiende a toda la comunidad del sector "La Greda" principalmente a los niños del sector. Desde sus inicios es administrada por la Sra. Jeannette quien además es presidenta de la junta de vecinos del campamento.

La Biblioteca “Nueva Esperanza” de Penco cuenta con material bibliográfico diverso, para todas las edades y gustos, y principalmente textos escolares o de ayuda referencial para los estudiantes; además cuenta con material didáctico para los mas pequeños y un computador que la junta de vecinos del campamento compró a la intendencia regional. El horario de atención de la Biblioteca es de 16:00 a 18:00 hrs. en invierno; y de 15:00 a 19:30 en verano.

La campaña “Leyendo Somos Iguales” dura hasta el 30 de agosto y hasta el momento se ha difundido principalmente en colegios de la intercomuna a través de los voluntarios del plan secundarios, los que además han salido a la calle a motivar a los transeúntes mediante la entrega de flyers de la campaña. Otra área de difusión es universidades, donde se ha motivado principalmente a través de afiches publicitarios y mail masivos de la campaña.
*Aunque esta campaña se termina pronto, las bibliotecas de campamentos siempre van a seguir existiendo, aí que si tienes un libro te puedes dirigir a la oficina más cercana de Un Techo Para Chile y hacer tu aporte.

lunes, 13 de agosto de 2007

Una Cruzada Silenciosa

Me prestaron este documental de Marcela Said & Jean de Certeau y obviamente lo ví. La conclusión que saco es que estoy feliz de ver, leer, escuchar y hacer lo que yo quiera.
No odio al grupo, porque sería discriminar, pero prefiero mantenerme así como estoy hasta ahora, la sensación que me produjo al terminar de verlo fue de que soy una mujer afortunada de haber nacido en la familia que nací, porque me dejan decidir lo que quiero hacer.

jueves, 2 de agosto de 2007

Tribus Urbanas

Este texto corresponde a un reportaje que hicimos con una amiga (Carito) para el ramo de Peridismo Interpretativo, nunca se publicó en ninguna parte y nos gustó como quedó, por eso lo pego a continuación, las fotos no son las originales, son de Internet.

Tribus Urbanas:
Y tú… ¿con qué grupo te identificas?
Por Carola Leiva y Karina Márquez

Se juntan en las esquinas o paseos artesanales, tienen estilos de vida distintos al común de la gente. Todos se sienten al margen del sistema y tratan de expresarlo de distintas formas. Pero a pesar de esto siguen formando parte de una sociedad.

“Flaca, ¿tení diez pesos?” si un hombre vestido de negro, con cadenas, alfileres en los lugares más insólitos del cuerpo y con un peinado extravagante, te hubiese preguntado esto hace diez años, lo más probable es que tu reacción hubiese sido de rechazo. Sin embargo, hoy en día es cada vez más común encontrarse con un punk en las esquinas de Concepción. Pero alguna vez nos hemos detenido a pensar en ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, ¿qué los llevó a pertenecer a una tribu urbana? o ¿qué sienten?
Ya pasó el momento de los hippies, ahora estamos viviendo en el tiempo de los Góticos, Rastafari, Skater, Downhill o los Heavies. Todos ellos con un mismo fin, el placer de estar juntos o la búsqueda de lo semejante. Estos grupos, son conocidos como tribus urbanas y corresponden a aquellas agrupaciones de jóvenes que visten de forma similar y llamativa, poseen hábitos comunes y hasta lugares fijos de reunión además justifican actividades que están en los límites de las normas morales y sociales.
Según estudios sociológicos, este fenómeno se ha tomado de forma bastante ligera en Chile, ya que existe un concepto erróneo. El autor posmoderno Mafessoli señala que se debería hablar de neotribalismo, el cual tiene una directa relación con dos elementos muy importantes: la proxemia, que se refiere al predominio de los afectos y el eterno presente, que privilegia el aquí y el ahora, es decir, el futuro ha perdido importancia.
Actualmente el vivir el día a día es cada vez más importante. Es quizás éste el motivo por el cual estos grupos llaman la atención de de muchos jóvenes que no se sienten identificados con la constitución común de la sociedad. Frases como “estar en contra del sistema” o “vivir la vida a tu manera”, caracterizan a estos movimientos.
Sin embargo, queda la interrogante sobre si realmente existen estas tribus urbanas o sólo se han convertido en una moda. Pues ¿hasta qué punto se puede estar en contra de un sistema, si en el fondo todos somos parte de éste?

La explicación teórica

Los años en que los hippies se tomaban las calles para protestar contra el sistema dominante y por el regreso de la paz al mundo están muy lejos de lo que hoy son las tribus urbanas. Por lo menos, así lo señaló el antropólogo y doctor en sociología de la Universidad de Concepción, Manuel Baeza, quien ha dado charlas en diferentes ciudades de Chile y el extranjero sobre este fenómeno social.
Los punk, skaters o rastafari que conforman estos nuevos grupos no son una contracultura o una cultura de oposición como sí lo fue la época de los coléricos y del amor libre, sino, por el contrario, existe una marcada tendencia a la homogeneización cultural, por lo que “yo no veo un carácter radical de oposición”, afirmó.
Según el profesional sería incorrecto hablar de tribu, ya que el término exacto sería el de neotribalismo, es decir, un nuevo concepto para denominar los nuevos campos de interacción de la sociedad.
El antropólogo explicó que existe una crisis del sentido existencial y las formas asociativas que planteaban metas a largo plazo, como los partidos políticos o los sindicatos. Con esto se privilegia el goce, el espíritu lúdico, la irresponsabilidad, las apariencias y el narcisismo, es decir, ya no tiene sentido organizarse porque no hay una prefiguración de relaciones sociales.
Teóricamente hablando, todos los grupos que no tienen otra pretensión que la de estar juntos podrían ser considerados dentro del neotribalismo. Manuel Baeza dice: “Tal vez podrían ser subproductos culturales, sin embargo, no creo que exista una verdadera identidad, porque se trata solamente de una relación afectiva para aprovechar momentos lúdicos”.

“Ser punk se ha convertido en moda"

Las calles de la capital penquista están inundadas de estos nuevos grupos que poseen los mismos gustos y que necesitan estar juntos para compartir sus aficiones.
“Antes de empezar te quiero dejar claro que tenemos sentimientos concretos, quizás somos más duros porque la calle y el movimiento te enseñan a ser así”, señala con determinación César Coloma, quien actualmente estudia Ingeniería Marítimo Portuaria y es el presidente de la Federación de Estudiantes de su universidad. Pero en años anteriores, participó activamente del movimiento punk y reconoce que todavía se siente parte de éste.
La esencia de ser punk consiste en llevar un modo de vida distinto, demostrar a la sociedad que una persona que se ve diferente puede trabajar en una oficina. A fines de la década de 1980, éste fue el ideal que motivó a un grupo de jóvenes a dejarse llevar por la tendencia que estaba en baja en Inglaterra y el viejo continente. De la mano de bandas como Sex Pistols, The Ramones o The Cure, comenzó a llegar a Chile la rebeldía expresada con ropas negras, peinados extravagantes, alfileres y cadenas por todo el cuerpo. “Lo que queríamos era ser contestatarios, estábamos recién saliendo del Régimen Militar y necesitábamos expresar nuestro descontento con la situación del país” afirmó el joven.
A diferencia de César, existen otros punk que lo único que conocen es la forma de vestir, ya que cuando a Miguel Rodríguez se le pregunta por los fundamentos de la tribu, lo único que responde es que quiere estar en contra del sistema, pero no propone alternativas para mejorarlo, tampoco conoce los nombres de las bandas que escucha, sólo vive el momento y para hacerlo pide dinero en la calle. Algunos creen en Dios, otros no. No creen en un país ni se identifican con una bandera, porque “es sólo un paño”.
Lo más importante para ellos es su familia, (tribu o movimiento) y la música, que se transformó el principal elemento para expresar su descontento con la sociedad.
“Dejé de vestirme como lo hacía antes porque ahora es una moda y no estoy ni ahí con ser igual a los demás, si estudio y soy dirigente, es porque sigo con la idea de que la sociedad puede ser mejor y que yo puedo ayudar a arreglar las cosas”, concluye César.

Guiados por la mano de Jah

“Un rasta men no es necesariamente aquel que usa dredlox en el pelo, es todo aquel que se sienta llamado o identificado con el pensamiento y la forma de vivir del grupo”, explica Mauricio Torres de 19 años. La ideología es básicamente apegada a la Biblia, llevan un estilo de vida sano. No comen carne y si el sistema no lo exigiera, no transarían con dinero. Tienen una relación bastante buena con las demás tribus, ya que “todos somos parte de una sociedad”. No se rigen por las leyes de los hombres, sino que por la de Jah (su Dios).
La bandera de lucha de un rasta es la no violencia y cualquier forma de maldad, no toleran a los violadores o pedófilos, porque van en contra de la naturaleza. Para ellos no existe la discriminación, especialmente la racial, ya que según sus creencias el primer hombre fue negro. La población se concentraba en la línea del Ecuador, y una vez que comenzó la emigración hacia los polos, las personas se fueron volviendo blancas. Para ellos Jah ocupa un lugar muy importante, no tienen templos, ya que la relación entre Dios y ellos es directa, a través de la oración y la lectura de la Biblia.
En sus reuniones hacen música o Reggae, que se compone principalmente de percusiones y sonidos nativos, el hombre que la popularizó fue Bob Marley. Los primeros indicios de que se tienen de esta tribu vienen de África y posteriormente Jamaica.
La característica que los distingue de los demás es el pelo o dredlox, que no se hacen, sino que se forman por no lavarse ni peinarse, ya que “cuando Jah le entregó las leyes a Moisés le dijo que no lavaría ni peinaría su pelo”, señala Mauricio.
“A diferencia de lo que la gente piensa no somos volados”. Ellos consumen marihuana debido a sus poderes curativos y porque es una planta. “Cuando Dios le entregó el paraíso al hombre le dijo “te alimentarás de los árboles que dan frutos”, y la marihuana cumple con esa característica”. La fuman en privado y no la comercializan, ya que “eso lo hacen las personas que la han utilizado mal, los que la han viciado” concluye Mauricio.

"Para mi el downhill es pura adrenalina"

“Cada fin de semana me junto con mis amigos del grupo In Sane y nos vamos al Cerro Caracol del Parque Ecuador, ahí nos subimos a las bicicletas y nos tiramos de los lugares más altos. Lo divertido de esto es el riesgo, es que para mí el dowhill es pura adrenalina”. Así define Domingo Muñoz, de 21 años y estudiante de Perito Criminalístico, disciplina que a pesar de ser bastante desconocida se está posesionando cada vez más en Concepción.
El downhill tiene sus orígenes en Canadá y consiste en un deporte extremo que requiere de bicicletas mountain bike, obstáculos y, sobre todo, competidores que disfruten el peligro. Los aficionados se clasifican en novicios, expertos y elite, estos últimos son los que alcanzan el nivel más alto y según sus condiciones pueden lograr auspicio para competir en el extranjero. En la ciudad existe un grupo de alrededor de cuarenta participantes, los cuales se dividen en los In Sane y los Místicos.
Domingo o el “Mingo”, como es conocido por sus compañeros, se refirió al entrenamiento como algo fundamental para lograr buenos resultados. “Yo he logrado dos medallas en los campeonatos que realizamos constantemente, es más hace algunos días organizamos una carrera y contamos con la participación de 120 aficionados de varias ciudades del país”.