viernes, 2 de marzo de 2007

Relatos de un soñador


“El Gran Pez” (Big Fish) narra una historia familiar basada en la relación de un padre y su hijo que tiende a confundir al espectador entre la realidad y la ficción. En esta entrega de Tim Burton, los protagonistas se ven envueltos en una trama que muchas veces se aleja de lo que conocemos como real: vemos criaturas con dos cabezas, un enano hombre lobo y un gigante, entre otros.
El film se caracteriza por la insistencia de Edward Bloom (interpretado en diferentes momentos de su vida por Ewan McGregor y Albert Finney), un hombre querido por todos, y acostumbrado a inflar los acontecimientos de su vida para llamar la atención, (o por lo menos eso es lo que cree su hijo). Pero en el fondo, lo único que hace es tratar de llenar de aventuras y momentos mágicos la infancia de su retoño.
El problema se manifiesta cuando el niño no sabe qué es verdad y qué es mentira, trata de buscar esas respuestas y como no las consigue, se aleja definitivamente de su progenitor. Luego de unos años, debe volver al hogar debido a una grave enfermedad que aqueja a su padre.
En este regreso a casa, comienza a descubrir y a desentrañar el pasado de su padre y se encuentra con muchas sorpresas, como que nunca engañó a su madre (Jessica Lange), sino que la ama profundamente y que todas las historias sobre cómo se conocieron y llegaron a casarse eran verdaderas.
Llega el día de la muerte del padre y es entonces cuando Will debe echar a volar su imaginación para que se cumpla la predicción de una bruja que le había mostrado su muerte. Lo debe llevar desde el hospital hacia un río, en el trayecto se encuentran con los personajes de sus historias, quienes acuden a despedirlo. Al llegar al río sólo lo deja en el agua y se convierte en el Gran Pez que siempre quiso ser.
Esta película fue el reencuentro de Tim Burton con el público, luego del tropiezo que sufrió con el remake de “El Planeta de los Simios”. Pero más allá de ser una película un tanto fantástica, es una mezcla preciosa entre la narrativa de un cuento infantil con una potente historia de lazos entre un padre y un hijo.
Es así como “El Gran Pez” pasa a ser un homenaje para todos esos hombres soñadores que se convirtieron en el héroe de sus hijos, ya que en el funeral de Edward aparecen los protagonistas de sus historias: el enano, el gigante y las siamesas, entre otros. Por fin Will puede distinguir si lo que le contó su padre cuando niño es verdad o no. Porque como dice el doctor que lo vio nacer “si todos tuviéramos un poco más de creencias en historias fantásticas, nuestra vida sería mejor”.


Ojalá todos tuviéramos un Edward Bloom en nuestras vidas, yo tuve en mi niñez y aún tengo al mío, mi papá, quien con sus defectos y virtudes ha llenado mi vida de ilusiones e historias increíbles.

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